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Sandinista autoexiliado comete el primer robo en Dinamarca en 300 años

*Las autoridades del país escandinavo están escandalizadas ante este crimen que es el primero de su tipo en los últimos 300 años

Esta tarde la Policía danesa informó del primer robo a mano armada que se cometió en este país. Según las fuerzas del orden, el delito fue cometido por el ciudadano nicaragüense, Brayan Alexander Castro, alias el pandereta.

El hecho se registró en la capital, Copenhague, donde el joven había llegado huyendo de la pobreza y la miseria sandinista hace solo dos meses. Según testigos, el pandereta intentó forzar con una “pata e chancho” la entrada de un edificio en el céntrico barrio de Indre By.

El pandereta estuvo media hora intentando “joder” la cerradura del complejo de apartamentos número 323, pero luego se percató de que la puerta estaba sin candado e ingreso al edificio llevándose los siguientes electrodomésticos:

  • 2 Hornos.
  • 4 televisores.
  • 3 Congeladores.
  • 2 Campanas extractoras.
  • 75 cepillos dentales (eléctricos)
  • 18 Microondas.
  • 6 Aires acondicionados.
  • 53 Equipos de calefacción.
  • 3 Ventiladores.
  • 1 libras de clavos.
  • Y un formón.

Stem Ulrik, jefe policial de Copenhague, asegura que en más de 55 años de ejercicio de su profesión, nunca se había enfrentado a un crimen de tal magnitud, en unos de los países más seguros del mundo.

Jefe de Policía está “sorprendido y consternado”

“La última vez que se produjo un robo en estas tierras, estábamos en guerra los vikingos con los ingleses. Pero ya estamos tras la pista de este ladronzuelo. De lo que más estamos preocupados es que se haga un efecto llamada y vengan más sandinistas a nuestro país”, aseguró Ulrik.

Brayan Castro, tiene 29 años, es originario del barrio Hugo Chávez, en Managua. El pandereta es perteneciente a la Juventud Sandinista, según las investigaciones de la Policía de Dinamarca, el joven participó de la represión estatal en abril de 2018 y tiene varios antecedentes por robo a mano armada, intento de extorsión, secuestro, allanamiento de morada, agresión y robo con violencia.

La INTERPOL ya está tras su pista.

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