*Asegura que tiene suficiente como para seguir repartiendo hasta el 12 de diciembre y celebrar de una vez a la virgen de Guadalupe
“Lo importante es la tradición y repartir, repartir y repartir”, así se justificó don Enrique Pistola Delgadillo, al comenzar a repartir panitas repletas de Coronavirus.
Todo ocurrió luego de que se quedara sin la tradicional gorra y la gente no dejara de llegar para cantarle a la virgen.
“Me quedé sin gofios, sin caña y hasta las naranjas volaron. Pero me acordé que en toda la cuarentena pasé guardando algunos frascos con covid-19 y pues lo que importa es la intención. No quiero que la gente se vaya con las manos vacías”, finalizó determinado don Enrique que vive en el reparto Miraflores.
Este señor asegura que el próximo año volverá a realizar esta acción si se queda sin gorra.
Más historias
“Me sorprendió que no habían francotiradores en los estadios”, cuenta Juan Caldera
Nicaragüenses comienzan a pagar coyotes para entrar a Nicaragua
Se conocieron en un centro de rehabilitación y lo que pasó te sorprenderá