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“Revolución sobre ruedas”: Dictadura sandinista entrega sillas de ruedas a ancianos e influencers

En un emotivo acto cargado de lágrimas, discursos reciclados y olor a naftalina, la dictadura sandinista anunció su última hazaña revolucionaria: la entrega masiva de sillas de ruedas como símbolo de “movilidad socialista” a tres sectores clave del nuevo modelo represivo-nacionalista: ancianos, influencers y cochones.

Según voceros oficiales —con el mismo entusiasmo que una piedra mojada—, esta iniciativa busca “empoderar a los sectores tradicionalmente inmóviles del país”, en clara referencia a los ancianos sin pensión, los influencers sin cerebro y los cochones sin escapatoria.

La ceremonia, transmitida en cadena nacional y patrocinada por un lubricante de dudoso origen, tuvo lugar en la Plaza de los Héroes Desgastados. Ahí, los primeros beneficiarios probaron las sillas: modelos de última tecnología soviética, diseñadas para ir hacia adelante solo si la voluntad del comandante así lo permite.

Ancianos al borde del colapso (literal)
Doña Ernestina, de 94 años y con más placas de titanio que una fábrica de armas, recibió la suya entre lágrimas: “Ahora sí podré ir a la farmacia… si algún día vuelven a surtir los medicamentos”. Mientras tanto, su silla se desarmaba lentamente con el viento.

Influencers a rodar (pero sin filtro)
Entre los nuevos rodantes se encontraba @RevoluTikToker88, quien celebró su silla personalizada con luces LED y portavasos para el Flor de Caña. “Es inclusivo, moderno y me da un aire vintage-comunista que mis seguidores aman”, dijo mientras grababa un TikTok haciendo piruetas frente al retrato de Daniel Ortega.

Cochones también ruedan (hacia el exilio o la ironía)
Los miembros de la comunidad LGBTQ+ también recibieron sus vehículos con una mezcla de orgullo y pánico. “No sabemos si esto es inclusión o una manera más eficiente de llevarnos al chipote”, dijo un activista entre risas nerviosas. Las sillas venían con GPS, supuestamente para “garantizar la seguridad del usuario”. También traían micrófonos, “por si acaso alguien quería cantar El Pavón”.

Un futuro brillante… con frenos rotos
La vicepresidenta-poeta-profeta y madre espiritual del kitsch político, Rosario Murillo, aseguró que este gesto representa “el espíritu rodante de la patria, donde todos podemos avanzar… o al menos dar vueltas en círculo bajo vigilancia”.

Cierre magistral del evento: una competencia de sillas de ruedas adornadas con banderas del FSLN, en la que todos los participantes llegaron al mismo lugar: la nada, pero ahora sentados.

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