Nacionales

De influencer a empleado del imperio: TropiKong descubre que la renta no se paga con likes

El influencer «exsandinista», autoproclamado guerrillero de WiFi y mártir de Instagram, TropiKong, anunció que abandona las redes sociales. Después de tanto tiempo sobreviviendo de aplausos virtuales, filtros baratos y un público que le reía las ocurrencias como si fueran consignas revolucionarias, el mono por fin entendió la cruel verdad del capitalismo yanqui: en Estados Unidos no basta con llorar en Tip-Top para pagar la renta.

Durante meses intentó sobrevivir con donaciones, colaboraciones y el sueño de que un día TikTok le depositara lo suficiente para comprar aunque fuera papel higiénico marca barata. Pero no, ni Marx, ni Lenin, ni los “super chats” pudieron salvarlo del recibo de la luz. Al final, el muro más duro no fue el de Berlín, sino el del casero exigiendo depósito y renta puntuales.

Fuentes cercanas afirman que TropiKong vivió un colapso ideológico cuando le ofrecieron un trabajo “de verdad”. Al escuchar que serían 40 horas semanales, casi le da un paro: “¡Eso es esclavitud!”, gritó, mientras firmaba el contrato porque, claro, los discursos contra el neoliberalismo no llenan el refrigerador.

Ahora, TropiKong enfrenta la tragedia de su vida: pasar de héroe digital a simple empleado con uniforme y gafete. Su comunidad de seguidores lo llora, aunque con hipocresía, porque la mayoría nunca le dio un centavo, pero sí exigía que siguiera de payaso gratis. Ironías de la vida: se fue peleando contra la explotación, y terminó con un supervisor gringo revisando si llegó tarde del almuerzo.

Lo más cruel es que, según rumores, TropiKong ya planea abrir un canal en YouTube para documentar “la resistencia obrera desde el turno nocturno”, aunque probablemente su mayor aporte revolucionario sea enseñar cómo preparar una hamburguesa con conciencia de clase.

Mientras tanto, las redes se quedan sin su talento invaluable para compartir frases de Galeano entre selfies y stories desde el McDonald’s. El proletariado digital pierde a un guerrillero, pero el capitalismo ganó a otro soldado en la nómina.

Descansa en paz, TropiKong… bueno, paz relativa, porque mañana le toca abrir la tienda a las 6 a.m.

About Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *