Chef Silvio Arévalo presenta tres recetas secretas y «deliciosas» que aprendió en Costa Rica
Aquí las tres joyas, directo desde la cocina del rencor centroamericano:
- El Casado Enigmático
Un plato que llega a la mesa como si alguien hubiera vomitado arroz, frijoles, plátano maduro y un pedazo de carne que lleva tres días preguntándose si sigue viva. Visualmente es idéntico a lo que encuentras en los baños del aeropuerto de San José después de un vuelo de Spirit.
«Sabe a gloria bendita», dice Silvio mientras llora sangre de patriotismo nica. «Es tan feo que hasta los perros callejeros lo rechazan… y luego vuelven corriendo a lamer el plato». - Chifrijo de Medianoche
Imagina un cuenco lleno de grasa solidificada, frijoles negros que parecen bolitas de carbón y trozos de chicharrón que crujen como si tuvieran artritis. Encima, pico de gallo que parece ensalada de vómito de loro.
Silvio confiesa entre sollozos: «Lo probé borracho a las 3 a.m. y casi le pido matrimonio al mesero. Luego recordé que era comida tica y le escupí en la sopa». - Churchill de Rivas (versión costarricense robada)
Hielo picado teñido de un rojo sospechoso, leche condensada que parece semen de diabético y un polvo misterioso encima que bien podría ser cocaína o simplemente azúcar glasé (nadie se atreve a preguntar).
«Parece que alguien orinó sangre en una bolsa y la agitó con ganas», describe el chef. «Pero te lo tomas y de repente entiendes por qué los ticos sonríen todo el tiempo: están colocadísimos de azúcar y negación existencial».
Conclusión del maestro Silvio Arévalo (mientras quema una bandera tica en vivo para su canal de YouTube):
«Los costarricenses lograron lo imposible: hacer comida que parece hecha con los restos del volcán Arenal y que aun así te hace volver por más. Son como esa ex tóxica que te arruina la vida pero foll… cocina delicioso».¡Pura mierda, pura vida!
(Próximo libro: «Ceviche peruano: por qué los ticos nunca lo harán bien aunque les pagues»)
